VIRUS Y BACTERIAS
VIRUS:En biología, un virus(del latín virus, «toxina» o «veneno») es un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos.
Los virus infectan todos los tipos de organismos, desde animales y plantas, hasta bacterias y arqueas. Los virus son demasiado pequeños para poder ser observados con la ayuda de un microoscopio óptico, por lo que se dice que son submicroscópicos; aunque existen excepciones entre los virus nucleocitoplasmaticos de ADN de gran tamaño, tales como el Megavirus Chilensis, el cual se logra ver a través de microscopía óptica.
Teorías sobre el origen de los virus
Existen tres teorías principales sobre el origen de los virus:
- Teoría de la regresión celular: es posible que los virus fueran pequeñas células que parasitaban células más grandes. A lo largo del tiempo, desaparecieron los genes que no necesitaban a causa de su parasitismo. Las bacterias Ricketsia y Chlamydia son células vivientes que, como los virus, solo pueden reproducirse dentro de células huéspedes. El ejemplo de estas bacterias parece apoyar esta teoría, pues es probable que su dependencia del parasitismo haya causado la pérdida de los genes que les permitían sobrevivir fuera de una célula. También se le llama «teoría de la degeneración».
- Teoría del origen molecular celular: (también llamada «hipótesis del nomadismo» o «hipótesis del vagabundeo»): algunos virus podrían haber evolucionado a partir de fragmentos de ADN o ARN que «escaparon» de los genes de un organismo celular mayor. El ADN fugitivo podría haber provenido de plasmidos (fragmentos de ADN que pueden moverse entre células) o transposones. Éstos son moléculas de ADN que se multiplican y se mueven a diferentes posiciones en el interior de los genes de la célula. Antiguamente llamados «genes saltarines», son ejemplos de elementos móviles genéticos y podrían ser el origen de algunos virus. Los transposones fueron descubiertos en 1950 por Barbara McClintock a partir de sus estudios en maíz.
- Teoría de la coevolución: los virus podrían haber coevolucionado de complejas moléculas de proteínas y ácido nucleico, al mismo tiempo que aparecieron las primeras células en la Tierra, y habrían sido dependientes de la vida celular durante muchos millones de años. Los viroides son moléculas de ARN que no se clasifican como virus porque carecen de envoltura proteica. Sin embargo, tienen características comunes a diversos virus y a menudo se los llama agentes subvíricos. Los viroides son importantes patógenos de las plantas. No codifican proteínas, pero interactúan con la célula huésped y la utilizan para multiplicarse y producir sus proteínas. El virus de la hepatitis D de los humanos tiene un genoma de ARN similar al de los viroides, pero su envoltorio proteico deriva del virus de la hepatitis B y no puede producir uno propio. Por lo tanto, es un virus defectuoso que no puede multiplicarse sin la ayuda del virus de la hepatitis B. De la misma forma, el virofago 'sputnik' es dependiente del minivirus, el cual infecta a Acanthamoeba castellanii . Estos virus que dependen de otras especies víricas reciben el nombre de satélites, y podrían representar estadios evolutivos intermedios entre los viroides y los virus.
- Aunque los priones (moléculas proteicas infecciosas que no contienen ni ADN ni ARN). son fundamentalmente diferentes de los virus y los viroides, su descubrimiento da credibilidad a la teoría de que los virus podrían haber coevolucionado de moléculas autoreplicadoras; ya que ellos son capaces de multiplicarse pues algunas proteínas pueden existir en dos formas diferentes, y los priones son capaces de inducir el cambio de la forma normal de una proteína huésped a la forma del prion. Esto inicia una reacción en cadena en la que cada proteína priónica convierte muchas proteínas del huésped en más priones, y estos priones convierten a su vez aún más proteínas en priones.
El análisis informático
de secuencias de ADN de los virus y los huéspedes está produciendo una
mejor comprensión de las relaciones evolutivas entre diferentes virus y
podría ayudar a identificar los antepasados de los virus modernos. En la
actualidad, estos análisis no han ayudado a decidir cuál (o cuáles) de
las teorías previamente esbozadas es correcta. Sin embargo, parece
improbable que todos los virus actualmente conocidos compartan un
antepasado común y probablemente los virus han aparecido en varias
ocasiones en el pasado por medio de uno o más mecanismos; con lo cual,
podrían ser correctas todas ellas.
VIDEO:
CONCLUSIÓN
el virus es algo contagioso que puede ocacionar la muerte si esta en mal cuidado de nuestro cuerpo ya sea un virus de influencia o un virus patológico que se encuentre en nuestro organismo
Bacterias: Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Son ubicuas, se encuentran en todos los habitas
terrestres y acuáticos; crecen hasta en los más extremos como en los
manantiales de aguas calientes y ácidas, en desechos radioactivos, en las profundidades tanto del mar como de la corteza terrestre. Algunas bacterias pueden incluso sobrevivir en las condiciones extremas del espacio exterior. Se estima que se pueden encontrar en torno a 40 millones de células bacterianas en un gramo de tierra y un millón de células bacterianas en un mililitro de agua dulce. En total, se calcula que hay aproximadamente 5×1030 bacterias en el mundo.
Nutrición y crecimiento
bacterianos.
Las bacterias necesitan de un aporte energético
para desarrollarse.
· Se
distinguen distintos tipos nutricionales según la fuente
de energía utilizada: las bacterias que utilizan la luz son
fotótrofas y las que utilizan los procesos de
oxirreducción son quimiótrofas. Las bacterias
pueden utilizar un sustrato mineral (litótrofas) u
orgánico (organótrofas). Las bacterias
patógenas que viven a expensas de la materia
orgánica son quimioorganótrofas.
· La
energía en un sustrato orgánico es liberada en la
oxidación del mismo mediante sucesivas deshidrogenaciones.
El aceptor final del hidrógeno puede ser el oxigeno: se trata entonces de una respiración. Cuando el aceptor de
hidrógeno es una sustancia orgánica (fermentación) o una sustancia
inorgánica, estamos frente a una anaerobiosis.
·
Además de los elementos indispensables para la
síntesis de sus constituyentes y de una fuente de
energía, ciertas bacterias precisan de unas sustancias
específicas: los factores de crecimiento. Son
éstos unos elementos indispensables para el crecimiento de
un organismo incapaz de llevar a cabo su síntesis. Las
bacterias que precisan de factores de crecimiento se llaman
"autótrofas". Las que pueden sintetizar todos sus
metabolitos se llaman "protótrofas". Ciertos factores son
específicos, tal como la nicotinamida (vitamina B,)
en Proteus. Existen unos niveles en la exigencia de las
bacterias. Según André Lwoff, se pueden distinguir
verdaderos factores de crecimiento, absolutamente indispensables,
factores de partida, necesarios al principio del crecimiento y
factores estimulantes. El crecimiento bacteriano es proporcional
a la concentración de los factores de crecimiento.
Así, las vitaminas, que
constituyen factores de crecimiento para ciertas bacterias,
pueden ser dosificadas por métodos
microbiológicos (B12 y Lactobacillus lactis
Doraren).
Se puede medir el crecimiento de las bacterias siguiendo
la evolución a lo largo del tiempo del
número de bacterias por unidad de volumen. Se
utilizan métodos
directos como pueden ser el contaje de gérmenes mediante
el microscopio o el
contaje de colonias presentes después de un cultivo de una
dilución de una muestra dada en
un intervalo de tiempo
determinado. Igualmente se utilizan métodos
indirectos (densidad óptica
más que técnicas bioquímicas).
Existen seis fases en las curvas de crecimiento. Las
más importantes son la fase de latencia (que depende del
estado
fisiológico de los gérmenes estudiados) y la fase
exponencial, en la que la tasa de crecimiento es máxima.
El crecimiento se para como consecuencia del agotamiento de uno o
varios alimentos, de la
acumulación de sustancias nocivas, o de la evolución hacia un pH
desfavorable: se puede obtener una sincronización en la
división de todas las células de la población, lo que permite estudiar ciertas
propiedades fisiológicas de los
gérmenes.
Genética bacteriana.
Por la rapidez en su multiplicación, se eligen
las bacterias como material para los estudios genéticos.
En un pequeño volumen forman
enormes poblaciones cuyo estudio evidencia la aparición de
individuos que tienen propiedades nuevas. Se explica este
fenómeno gracias a dos procesos
comunes a todos los so, traducidas por la
aparición brusca eres vivos: las variaciones del
genotipo de un carácter transmisible a la
descendencia, y las variaciones fenotípicas,
debidas al medio, no transmisibles y de las que no es apropiado
hablar en genética.
Las variaciones del genotipo pueden provenir de mutaciones, de
transferencias genéticas y de modificaciones
extra cromosómicas.
Las mutaciones.
Todos los caracteres de las bacterias pueden ser objeto
de mutaciones y ser modificados de varias maneras.
Las mutaciones son raras: la tasa de
mutación oscila entre 10 y 100. Las mutaciones aparecen en
una sola vez, de golpe. Las mutaciones son estables: un
carácter adquirido no puede ser perdido salvo en caso de
mutación reversible cuya frecuencia no es siempre
idéntica a las de las mutaciones primitivas. Las
mutaciones son espontáneas:no son inducidas, sino
simplemente reveladas por el agente selectivo que evidencia los
mutantes. Los mutantes, por último, son
específicos: la mutación de un
carácter no afecta a la de otro.
El estudio de las mutaciones tiene un interes
fundamental. En efecto, tiene un interés
especial de cara a la aplicación de dichos estudios a los problemas de
resistencia
bacteriana a los antibióticos. Análogamente tiene
una gran importancia en los estudios de fisiología bacteriana.
Transferencias
genéticas.
Estos procesos son
realizados mediante la transmisión de caracteres
hereditarios de una bacteria dadora a una receptora. Existen
varios mecanismos de transferencia genética.
A lo largo de la transformación, la
bacteria receptora adquiere una serie de caracteres
genéticos en forma de fragmento de ADN. Esta
adquisición es hereditaria. Este fenómeno fue
descubierto en los pneumecocos en 1928.
En la conjugación, el intercambio de
material genético necesita de un contacto entre la
bacteria dadora y la bacteria receptora. La cualidad de dador
está unida a un factor de fertilidad (F) que puede ser
perdido. La transferencia cromosómica se realiza
generalmente con baja frecuencia. No obstante, en las poblaciones
F+, existen mutantes capaces de transferir los genes
cromosómicos a muy alta frecuencia.
La duración del contacto entre bacteria dadora y
bacteria receptora condiciona la importancia del fragmento
cromosómico transmitido. El estudio de la
conjugación ha permitido establecer los mapas
cromosómicos de ciertas bacterias. Ciertamente, la
conjugación juega un papel en la aparición en las
bacterias de resistencia a los
antibióticos.
La transducción es una transferencia
genética obtenida mediante introducción en una
bacteria receptora de genes bacterianos inyectados por un
bacteriófago. Se trata de un virus que infecta
ciertas bacterias sin destruirlas y cuyo ADN se integra en
el cromosoma bacteriano. La partícula fágica
transducida a menudo ha perdido una parte de su genoma que es
sustituida por un fragmento de gene de la bacteria
huésped, parte que es así inyectada a la bacteria
receptora. Según el tipo de transducción, todo gen
podrá ser transferido o, por el contrario, lo serán
un grupo de genes
determinados.
Variaciones
extra cromosómicas.
Además de por mutaciones y transferencias
genéticas, la herencia
bacteriana pude ser modificada por las variaciones que afectan
ciertos elementos extra cromosómicos que se dividen con
la célula y son responsables de caracteres transmisibles:
son los plasmidios y episomas entre los cuales el
factor de transferencia de residencia múltiple juega un
papel principal en la resistencia a los
antibióticos.
Clasificación de las bacterias.
La identificación de las bacterias es tanto
más precisa cuanto mayor es el número de criterios
utilizados. Esta identificación se realiza a base de modelos,
agrupados en familias y especies en la clasificación
bacteriológica. Las bacterias se reúnen en 11
órdenes:
- Las eubacteriales, esféricas o bacilares, que
comprenden casi todas las bacterias patógenas y las formas
fotótrofas.
- Las pseudomonadales, orden dividido en 10 familias
entre las que cabe citar las Pseudomonae y las
Spirillacae.
- Las espiroquetales (treponemas,
leptospiras).
- Las actinomicetales (micobacterias,
actinomicetes).
- Las rickettsiales.
- Las micoplasmales.
- Las clamidobacteriales.
- Las hifomicrobiales.
- Las beggiatoales.
- Las cariofanales.
- Las mixobacteriales.
Relaciones entre la bacteria y su
huésped.
Ciertas bacterias viven independientes e otros seres
vivos. Otras son parásitas. Pueden vivir en simbiosis con
su huésped ayudándose mutuamente o como comensales
(sin beneficio). Pueden ser patógenas, es decir, vivir de
su huésped.
La virulencia es la aptitud de un microorganismos para
multiplicarse en los tejidos de su
huésped (creando en ellos alteraciones). Esta virulencia
puede estar atenuada (base del principio de la vacunación)
o exaltada (paso de un sujeto a otro). La virulencia puede ser
fijada por liofilización. Parece ser función del
huésped (terreno) y del entorno (condiciones
climáticas). La puerta de entrada de la infección
tiene igualmente un papel considerable en la virulencia del
germen.
El poder
patógeno es la capacidad de un germen de implantarse en un
huésped y de crear en él trastornos. Está
ligada a dos causas:
- La producción de lesiones en los tejidos
mediante constituyentes de la bacteria, como pueden ser enzimas que ella
excreta y que atacan tejidos vecinos o productos
tóxicos provenientes del metabolismo
bacteriano.
- La producción de toxinas. Se puede tratar
de toxinas proteicas (exotoxinas excretadas por la bacteria,
transportadas a través de la sangre y que
actúan a distancia sobre órganos sensibles) o de
toxinas glucoproteicas (endotoxinas), estas últimas
actuando únicamente en el momento de la destrucción
de la bacteria y pudiendo ser responsables de choques infecciosos
en el curso de septicemias provocadas por gérmenes
gramnegativos en el momento en que la toxina es
brutalmente liberada.
A estas agresiones microbianas, el organismo opone
reacciones defensivas ligadas a procesos de
inmunidad, mientras que el conflicto
huésped-bacteria se traduce por manifestaciones
clínicas y biológicas de la enfermedad
infecciosa.
Importancia de las bacterias.
Existen bacterias en todos los sitios. Hemos visto el
interés
de su estudio para la comprensión de la fisiológica
celular, de la síntesis de proteínas
y de la genética. Aunque las bacterias patógenas
parecen ser las más preocupantes, su importancia en la
naturaleza es
ciertamente menor. El papel de las bacterias no patógenas
es fundamental. Intervienen en el ciclo del nitrógeno y
del carbono,
así como en los metabolismos del azufre, del
fósforo y del hierro. Las
bacterias de los suelos y del las
aguas son indispensables para el equilibrio
biológico.
Por último, las bacterias pueden ser utilizadas
en las industrias
alimenticias y químicas: intervienen en la síntesis
de vitaminas y de
antibióticos.
Las bacterias tienen, por lo tanto, un papel fundamental
en los fenómenos de la vida, y todas las áreas de
la biología
han podido ser mejor comprendidas gracias a su
estudio.
VIDEO:
CONCLUSIÓN:
este es un proyecto se le da a conocer que las bacterias en algunos casos son muy importantes pero cuando ya hay demasiada bacteria no son necesarias y son muy peligrosas
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